martes, 7 de enero de 2020

Colegio Codema de Gijón. Claret de Gijón.


UNA COMUNIDAD EDUCATIVA AL SERVICIO DE UN SUEÑO: CADA ALUMNO, UN TESORO

En 1996 se publicó un documento que aún continúa siendo una referencia a día de hoy, La educación encierra un tesoro. Se trata de un informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la Educación para el siglo XXI. El trabajo lo coordinó Jacques Delors. Según el político francés la educación debe estructurarse en torno a cuatro aprendizajes fundamentales: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser. Doscientos años antes el filósofo alemán Immanuel Kant escribía que “la educación es el desarrollo en el ser humano de toda la perfección de que su naturaleza es capaz”. En el Colegio Corazón de María de Gijón, el CODEMA (como es conocido en Asturias) apostamos tanto por facilitar que cada alumno alcance con éxito la mejor versión de sí mismo como por acompañarle en la aventura que supone crecer e ir descubriendo que su vida es un tesoro para él mismo y para los demás. Tenemos claro que nuestra acción educativa y pastoral está orientada a cada alumno.

El Ideario y el Proyecto Educativo, documentos vivos y portadores de vida, han sido y son la fuente que inspira y proporciona fuerza y sentido a una tarea educativa completa que busca la calidad académica, la formación humana y la vivencia elaborada de experiencias personales, sociales y trascendentes. Valores inspirados en el Evangelio de Jesús vivido al estilo de San Antonio María Claret que buscan dinamizar el corazón y humanizar la razón de nuestro alumnado.

Hace unos años, en Equipo directivo, en el contexto del camino hacia la excelencia educativa que condujo a la obtención del Sello EFQM 400+, nos hicimos una pregunta de fondo: ¿cómo ser fieles a nuestra misión educativa, cuya razón de ser es cada alumno, en un mundo caracterizado por un cambio constante? ¿cómo preparar de la mejor de las formas posibles a nuestro alumnado para un mundo que es distinto al que hemos conocido y que lo va a continuar siendo? ¿cómo dotarles de las herramientas necesarias para afrontar lo que la moderna sociología define como un entorno VUCA (volátil, incierto, complejo y ambiguo)? Articular una respuesta sistematizada a esta pregunta en forma de proyecto educativo integral era necesario, pero no resultaba sencillo y las urgencias no debían conducirnos a improvisarla. De una parte, si queríamos seguir educando para la vida, teníamos que ser capaces de identificar aquellos valores que a pesar de las transformaciones no solo no deben cambiar, sino que están llamados a facilitar una sólida existencia personal en una sociedad donde el cambio continuo es el nuevo paradigma. De otra, educar para el siglo XXI exige mirar con ojos esperanzados el mundo y pensar nuevos modelos pedagógicos que, respondiendo a la realidad, permitan a nuestros alumnos y alumnas desenvolverse con éxito en la vida como personas competentes y felices. No se puede enseñar ni aprender de la misma forma cuando el mundo y las necesidades por él planteadas a la escuela son otras. Debemos ser valientes en el cuestionamiento de tradiciones e inercias y creativos cuando se trata de superar las limitaciones y la falta de recursos. Ahí radica uno de los principales desafíos educativos de la actualidad.

En este proceso de reflexión resultaron de gran ayuda las recientes investigaciones de las neurociencias. Estas disciplinas ofrecen apoyo a la pedagogía y la psicología, y facilitan entender mejor la complejidad del funcionamiento mental. Podemos decir que han revolucionado la forma de comprender las conductas del ser humano y lo que es aún más importante: cómo aprende, cómo almacena la información nuestro cerebro y cuáles son los procesos biológicos que facilitan el aprendizaje. Nos han enseñado que aprender significa construir significado con sentido propio desde múltiples formas de inteligencia.

En nuestra experiencia resulta clave el liderazgo colectivo, transformador, cercano y personal del Equipo directivo. Desde hace años, directivos y más tarde también profesores, participamos en iniciativas, cursos, jornadas, foros, eventos y encuentros en los que poder encontrar respuestas a nuestras aspiraciones hechas interrogantes. Respuestas que nos ayuden a abrir y transitar nuevos caminos con ilusión y motivación. En nuestro ánimo ha estado y está aprender de los mejores para ser mejores y para ello hemos visitado centros educativos de referencia en buenas prácticas en España y fuera de ella. Agradecidos por lo recibido, abrimos ahora nuestras puertas a otros colegios de Asturias, de fuera de nuestra autonomía y de la familia claretiana para compartir nuestro “ser y hacer”.



 
 




















Junto con otros centros de la red institucional diseñamos nuestro propio Plan de Innovación incluyendo en el mismo la implantación progresiva  de nuevas metodologías que favorecen la atención personalizada del alumno en su diversidad: la teoría de las inteligencias múltiples aplicadas a la educación, la cultura de pensamiento, la enseñanza para la comprensión, la estimulación temprana, el aprendizaje basado en problemas-proyectos, el trabajo cooperativo, las nuevas formas de evaluación, los ámbitos de aprendizaje, la educación emocional, la inteligencia al servicio de la creatividad y la responsabilidad, el ApS, el uso de las tecnologías contextualizadas en los procesos de aprendizaje, el ajedrez escolar, la robótica y la programación, la flipped classroom…

Educar en este tiempo supone también asumir el desafío de formar personas para una ciudadanía global, así que hemos priorizado, junto con el desarrollo de los programas de bilingüismo e implementación de lenguas, la dimensión internacional. Tras varias experiencias, en estos momentos llevamos adelante tres proyectos Erasmus+ KA2 como centro coordinador con varios colegios europeos y hemos participado en diferentes KA1 (job shadowing). Además, gracias a la comunidad generada por eTwinning, profesores y alumnos realizan distintos proyectos con compañeros de otros países facilitando el desarrollo de competencias digitales, comunicativas, colaborativas... La ejecución en nuestras aulas vinculados a materias curriculares de diferentes programas europeos orientados al desarrollo de vocaciones científicas nos permite la participación frecuente de profesorado de materias STEAM en Bruselas en iniciativas y talleres organizados por European Schoolnet.

Cambiar no es fácil. Pero para ello contamos con una Comunidad educativa madura y comprometida. La gestión de un cambio de estas características no sería posible sin la colaboración del profesorado, las familias y el alumnado. Hablamos de un nuevo “rol del profesor” donde las clases magistrales pierden peso y lo adquiere la capacidad de ser facilitadores y guías del aprendizaje del alumnado. Un rol que reclama un docente vocacionado y apasionado en su desempeño dispuesto a darse en cada clase y en cada tutoría. Un educador que cree en el trabajo en equipo y en la formación continua. Hablamos de un nuevo “rol del alumno” que necesariamente debe abandonar un papel pasivo de mero receptor de información que se le transmite en el aula para convertirse en protagonista activo y autónomo mediante experiencias de trabajo colaborativo y a través del aprender haciendo. Y finalmente, hablamos de un nuevo “rol de las familias” cuyo conocimiento e implicación es clave para el éxito de estas nuevas pedagogías. Para nosotros no es posible entender la acción educativa si no es contando con su implicación. Somos un centro abierto en el que se busca crecer en la relación y vinculación con la familia. Una relación marcada por la comunicación, la confianza, la colaboración, la comprensión y el conocimiento mutuo. Ambos, colegio y familia estamos llamados a educar en coherencia y continuidad.

Una transformación así no se consigue de un día para otro o con tan solo desearlo. Ni siquiera las buenas intenciones compartidas son suficientes. Junto a la determinación y la formación, resultan necesarias la motivación y la permanente evaluación. En el CODEMA nos gusta hablar de la “seducción pedagógica”, ser capaces de vencer las dudas y resistencias mostrando los evidentes resultados y ventajas de estos cambios para el alumnado.

Este proceso nos ha llevado a dar un paso más en la línea de la personalización del aprendizaje. Un paso importante y significativo. Hemos diseñado un proyecto para la atención integral y el desarrollo del talento del alumnado al que hemos denominado Proyecto Dynamis. El término ‘dynamis’ significa en el pensamiento de Aristóteles “ser en potencia”. Este nuevo proyecto facilitará que todo el alumnado pueda desarrollar a lo largo de su vida escolar en el centro aquellas habilidades y competencias que le son propias. Con la ayuda de los educadores (profesorado, orientadores, antiguos alumnos, entrenadores, monitores, catequistas, voluntarios…), de las familias y de agentes externos (asociaciones, instituciones, organizaciones…) se conseguirá que cada alumno alcance la realización de lo que se descubra como potencial. Es un ambicioso proyecto destinado a generar una sinergia entre los diferentes factores sociales empleando sus fortalezas con el fin de no permitir la pérdida del talento temprano descubierto en el alumno y, de forma particular al alumnado de altas capacidades.

Hace unas décadas el ensayista madrileño José Ortega y Gasset sentenció: “Sólo es posible avanzar cuando se mira lejos. Solo cabe progresar cuando se piensa en grande”. Esta cita acompaña nuestro sueño educativo. Continuar caminado con la mirada puesta en los horizontes más altos persiguiendo los sueños más grandes, aquellos que proporcionan sentido y hondura a la vida. La vida de cada uno de nuestros alumnos y alumnas.

Enlace:

http://www.codema.es/videos/nuevos-espacios-educativos-bachillerato

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