martes, 7 de enero de 2020

Colegio Claret de Aranda de Duero


La educación actual no puede ser entendida sin adaptarse a los  intereses, ritmos de aprendizaje y capacidades de cada uno de los alumnos que tenemos en las aulas. Así lo hemos entendido en nuestro Centro Claret de Aranda de Duero y por ello apostamos por la individualización del aprendizaje y la preocupación por el desarrollo de cada unos de nuestros alumnos, pero, ¿cómo podemos conseguir un objetivo tan ambicioso, teniendo en cuenta la situación educativa y social de nuestra sociedad actual?

En los últimos años, hemos percibido que las metodologías activas implementadas desde edades tempranas, favorecen estos procesos; las posibilidades de alcanzar las metas educativas, adquirir contenidos y utilizarlos de manera eficiente se multiplican al presentar los mismos mediante PBLs, Proyectos de Comprensión y utilizar rutinas y destrezas de pensamiento en el aula de manera habitual. Metodologías que además fomentan habilidades como la empatía, creatividad y liderazgo, enfrentando a los alumnos a situaciones sociales en pequeño grupo que se les presentarán en la vida diaria y que así aprenden a resolver.

         Para entender mejor todo ello, vamos a presentar una pequeña reflexión sobre el proceso que día a día desarrollamos:

¿CÓMO ESTAMOS RESPONDIENDO PEDAGÓGICAMENTE A LA REALIDAD DEL ALUMNADO?

La realidad de nuestro alumnado está marcada por la revolución de las nuevas tecnologías y de las relaciones interpersonales. En ambos aspectos se ha abierto una brecha generacional-digital en la que palabras como TikTok o Hangsout (aplicaciones de comunicación con gran implantación entre el alumnado) son habituales para ellos, pero casi desconocidas para nuestra generación. Si unimos estas redes sociales con el whatsapp, los videojuegos, las plataformas de contenidos como NETFLIX, etc... nos encontramos con otra de las realidades que marcan su personalidad: los problemas de atención, de relación….
La respuesta pedagógica trata de hacer más pequeña esa brecha generacional-digital. Se podría decir que nuestro objetivo principal es el de hacer al alumnado el factor protagonista de su propio proceso de aprendizaje y formación como personas. ¿Cómo? A través del uso de actividades variadas de corta y media duración basadas en imágenes, vídeos, curiosidades y todo aquello que pueda captar su atención y servir de enganche para profundizar en los contenidos y competencias que queremos que consigan. Esto se complementa con distintos agrupamientos cooperativos que favorecen la creación de relaciones interpersonales basadas en el respeto, la tolerancia, la empatía y el esfuerzo compartido y personal.

¿CUÁLES SON NUESTROS RETOS PEDAGÓGICOS DE ESTE CURSO?
          
Los principales retos a los que, como Centro nos enfrentamos son:
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  •        Luchar contra la falta de atención y la dispersión del alumnado en el aula.
  •       Dar valor al trabajo y esfuerzo personal como medio para alcanzar las metas que se plantean.
  •      Formar personas autónomas con capacidad de cambio y adaptación a diferentes situaciones y ambientes, con resiliencia.
  •      Centrarnos en la formación interior de las personas en un entorno hedonista y pendiente más de lo público y exterior que de lo interior. 
  •          Co-educar, junto a las familias, en valores religiosos, morales, sociales y cívicos.

¿DÓNDE ESTAMOS PEDAGÓGICAMENTE COMO COLEGIO?
          
     Vista la realidad y los retos a los que nos enfrentamos, la respuesta pedagógica pasa, obligatoriamente, por repensar nuestra praxis y adaptarla a las características de nuestro alumnado. La figura del profesor como una figura única, de referencia, en una educación unidireccional, debe quedar alejada de nuestro modelo de profesor, pasando a la figura del profesor guía, profesor supervisor o incluso profesor modelo.
La combinación de diferentes metodologías activas, en las que el docente actúa como guía y orientador, acercan el objetivo de convertir al discente en el centro del proceso de E-A.
         En nuestro caso estamos en un periodo de transición entre una forma de trabajar más cercana a la época pre-digital y la implantación generalizada de las metodologías activas. Ya estamos usando agrupamientos cooperativos para muchas actividades, practicando con diferentes rutinas, destrezas y faros de pensamiento; implementando proyectos y trabajando las inteligencias múltiples. Estamos inmersos en debates sobre la forma de implantarlo y, sobre todo, con la evaluación, un aspecto muy importante y del que, creo, queda mucho por hablar.
        
         Esta es nuestra situación, avanzando con dudas pero con firmeza con el objetivo de acercarnos cada vez más a la realidad del alumnado sin perder de vista lo realmente importante: la formación integral que debemos darles al concluir su paso por el centro.

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