"DEJATE QUERER"
El verano ya parece tan lejano…
Estamos metidos de lleno en el devenir de un nuevo curso, y un nuevo curso que
nos nutre con un lema que nos habla directamente al corazón. Bienvenidos al
curso 22-23, bienvenidos al curso del “Déjate querer”.
Todos nosotros tenemos la suerte
de “repetir” todos los cursos. Hay quien pueda vivirlo con monotonía, copiando
el famoso poema que anunció la liberación de Europa de las garras del
totalitarismo: "Los largos sollozos de los violines de otoño... mecen
mi corazón con monótona languidez".
Otros lo pueden vivir como una
nueva oportunidad, y van 10, o 15, o 28 para crecer y aprender, en actitud de
permanente “novato”. Conozco un educador de alma que todos los años comienza
con sus alumnos con la misma frase: “Hoy, todos somos nuevos”. ¿Cuál es la
diferencia entre uno y otro? ¿Dónde está el secreto para vivirlo con monótona
languidez o como una oportunidad tan única como novedosa?
Tal vez la respuesta podamos
rastrearla en el séptimo arte. Los más veteranos recodamos a Byll Murray
apagando el despertador a las 5:59 sistemáticamente un eterno 2 de febrero en "Encerrado en el tiempo". La
única salida a ese eterno retorno viene de la mano del corazón, la única puerta
de salida al sinsentido aparece cuando Byll y una magnífica Andie McDowell
deciden “Dejarse querer”.
Tal vez nuestro lema de este
curso deberíamos actualizarlo cada año, cada septiembre, porque es lo único que
hará de ese curso algo único e irrepetible. “Dejarte querer y querer querer” es la solución al
tedio, a la monotonía, al hacer siempre lo mismo (y por cierto con los mismos
resultados). Ábrete a tus alumnos, déjate afectar por ellos, no temas vivir su
noria emocional, educa en el afecto, en el cuidado, en la cordialidad. Vive y comparte la vida con tus
compañeros; sabemos que vivimos cosas tan intensas y tan bonitas (y a veces tan duras), que somos
algo más que compañeros de trabajo. Vívelo con tu familia y con las demás
familias del colegio, habla, comparte, lo bueno y lo menos bueno. Nuestra vida
no se acaba en nuestro ser educador, pero el verdadero “maestro” no deja de
serlo cuando cuelga la bata, o cierra el ordenador.
Además del lema, tenemos algunas
cosas más que nos pueden ayudar a vivir cada día como tiempo de oportunidad.
Cosas, que si bien pueden parecer mundanas y transitorias nos sirven para
convencernos de que cambiamos, avanzamos y crecemos.
Estrenamos Modelo Pedagógico
Provincial. Iremos hablando de él en este blog. Algunas cosas conocidas,
sustanciales y otras cosas, tal vez menos conocidas y un poco más fugaces.
Oiremos hablar de “Personalización”, la palabra se explica por sí sola. Oiremos
hablar de “Digitalización”, que no es más que dar un paso más en la educación
personalizada a mediados del siglo XXI. También hablaremos de “Apertura al
entorno”, de “Educar en un mundo Global”; esto nos lleva al otro, a los
desfavorecidos, pero también a sumar fuerzas con más personas, tal vez muy
distintas o muy parecidas a nosotros, pero que luchan por un mismo fin; que el
hombre viva y tenga vida en abundancia…
Alguno dirá, esto ya lo hacíamos,
esto ya lo hacemos; no hace falta ni Modelo Pedagógico ni Lema educativo. Tal
vez, pero el hombre es un animal simbólico, es un creador de mitos, de
metáforas, y así como todo mito tiene un núcleo de “verdad”, toda metáfora,
todo buen lema, llega directo al corazón, con escaso procesamiento cortical,
inundando nuestra parte emocional y provocando cambios más profundos y
duraderos que los logrados meramente por convencimiento racional.
Esta es la oportunidad, este es
el tiempo y el lugar: “Déjate querer” y vive cada día como el regalo que es.
Bienvenido a este curso.
Equipo Pedagógico Provincial
Equipo de Titularidad de los
Colegios Claretianos de Santiago