domingo, 15 de marzo de 2020

Coronavirus


POR UN METRO Y MEDIO DE ESPERANZA



Un metro y medio…

Esa es la distancia de moda. Esta mañana he ido a por el pan, y la larga cola guardaba escrupulosamente un metro y medio entre uno y otro.

Un metro y medio…

De seguridad, de respeto, de esperanza.

Nunca hemos tenido tanto, tan cerca.

En un metro y medio de tiempo superaremos esta crisis, en un metro y medio estaremos de vuelta en las aulas, en la calle, en los trabajos, en la calle…

En un metro y medio tienes a tus profesores, sólo tienes que abrir el ordenador.

En un metro y medio están tus padres, tus hijos… un libro, un beso.

Un metro y medio es lo que nos separa de todo lo que necesitamos para crecer.



Ninguna época ha sido tan fácil y ninguna época ha sido tan dura.

Un solo virus fuera de control ha puesto en jaque todo el sistema social y económico que hemos tardado dos siglos en construir. Un solo virus ha puesto de manifiesto que todo es tan débil como sospechábamos. En un metro y medio se nos han ido personas, da igual si mayores, enfermas o no... personas, seres humanos con sus vidas, sus historias, sus amores. Ahora están a menos de metro y medio del Padre.

Pero a la vez, este momento de dificultad ha puesto de manifiesto otras muchas cosas.

El sistema, a la vez que débil, es flexible y por lo tanto resistente.

Donde hay miedo, siempre aparece la valentía, de personas concretas, de colectivos, profesionales que están siendo fieles al juramento de su profesión. Es su tarea, sí, es cierto, pero nadie les obliga a lo extraordinario, y es eso lo que están haciendo, algo extraordinario.

Donde hay dudas, aparece un pueblo que confía. Confía en sus dirigentes; sin color político, sin ideología. Son nuestros líderes, ni mejores ni peores que otros, son los que hemos elegido. El líder nace, pero también se hace; buen crisol.



Momento de oportunidades; momentos de superación; momento de reconocimientos colectivos. Pero sobre todo, es el momento de las personas, de cada hombre, de cada mujer. Es el momento de hacer que ese metro y medio sea la diferencia entre “ser humano” y no serlo.

Nunca tan poco significó tanto.

Y en nada, volveremos a vernos, a crecer juntos, a besarnos, abrazarnos… en metro y medio, volveremos a sonreír.

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