“Más enseña la necesidad que diez
años de universidad” (Refranero Popular)
Ya es desgracia que un terrible virus ha conseguido en los
colegios lo que llevamos años trabajando con poso éxito. TIC, TAC, TEP. No sé si
antes del Covid-19 sabíamos lo que eran esas famosas siglas que aparecen en
nuestro Proyecto Pedagógico Provincial. Desde luego, se sepa o no descifrar
estos acrósticos, la realidad que estamos viviendo nos presenta de manera cruda
y radical que ya hace mucho tiempo que las “nuevas tecnologías” dejaron de
serlo. Para bastantes docentes ha sido darse de bruces con una realidad que se
resistían aceptar. Quizássuene grandilocuente pero nada en la relación entre el
mundo educativo y la tecnología será igual.
Sólo para los
más despistados y por desentrañar los acrósticos: Las TICs (Tecnologías de la información y la comunicación) nos
facilitan el intercambio de comunicación.Todas las redes sociales entorno a las
cuales gira buena parte del mundo de nuestros alumnos y de nosotros mismos. Las TACs (Tecnologías del aprendizaje y el
conocimiento) hacen referencia al uso de las tecnologías como herramienta
educativa y formativa. Sobre ellas quiero detenerme en este artículo.Y el
último de esta trilogía, las TEPs
(Tecnologías del empoderamiento y participación) persigue la incidencia
social y la autorrealización personal.
El
confinamiento en nuestras casas nos ha llevado a todo el mundo educativo al
Teletrabajo y a la educación a distancia. “Las
clases se suspenden pero no el aprendizaje” hemos escuchado a más de un
consejero autonómico de educación. Lo cierto es que los colegios están librando
una batalla digital para que las aulas y patios vacíos no sean sinónimo de vacaciones.
Nadie puede
alegar sorpresa o desconocimiento. Las
tecnologías del aprendizaje y el conocimiento (TAC) estaban en las agendas y en
los planes estratégicos de todos los equipos educativos que se hubieran preguntado
por sus colegios y la educaciónen el futuro más inmediato. En un abrir y cerrar
de ojos, el coronavirusha puesto encima de la mesa, con una actualidad
inaplazable y radical, cuestiones que llevábamos un tiempo demasiado largo
buscando respuestas y queriendo no equivocarnos con las decisiones más
adecuadas. Quizás siendo demasiado prudentes.
2006, hace 14
años que la Unión Europea nos hablaba
ya de la Competencia Digital como una de las ocho Competencias Clave
necesarias para la Formación a lo Largo de la Vida. La competencia
digital se apoya en “las habilidades del uso de ordenadores para
recuperar, evaluar, almacenar, producir, presentar e intercambiar información y
para comunicar y participar en redes de colaboración a través de Internet”
(EuropeanParliament and the Council, 2006).

Esta crisis va a poner al descubierto la
competencia digital de nuestros claustros y de nuestros alumnos. Va a retratar a nuestro sistema educativo, administraciones
políticas y a nuestras instituciones educativas respecto a las Tecnologías del
Aprendizaje y el Conocimiento.
Aparecen temas no menores. El primero es que si un porcentaje de alumnos no puede
acceder a las herramientas de educación online, porque no disponen de los
equipos necesarios o de una conexión a internet estable, se rompería el principio de igualdad y equidadeducativa.
Los gigantes informáticos, Microsoft y Google, y muchas
plataformas educativas, editoriales han puesto sus recursos al servicio de la
comunidad educativa en abierto. Es muy de agradecer. Siempre hay quien en una
crisis es capaz de ver una oportunidad. Quizás nosotros también.
Sin ir tan lejos, un compañero de Segovia, Abraham Gutiérrez (@Abraham_abe24)comparte en una infografía: “Educar en tiempo del corona” algunas
reflexiones que me parecen muy acertadas para estos días. Ánimo a todos y
cuidaros.
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