domingo, 19 de abril de 2020

El arte de evaluar en tiempos difíciles


EL ARTE DE EVALUAR  


La EVALUACIÓN no solo consiste en poner una nota o valor al final de un trimestre o un proceso. El carácter de la evaluación debe estar orientado hacia la detección de necesidades,  a la mejora de los niveles de inclusión del alumno y  en el diseño de acciones concretas e individualizadas para alcanzar  una evaluación socialmente  justa, que  contribuya  a generar en el estudiante conciencia social y fomentar su sentido crítico, creativo y constructivo. Es entonces cuando LA EVALUACIÓN se convierte en  ARTE.


En nuestro día a día los profesores contamos  a parte del casi desterrado y mal visto examen tradicional, con una gran cantidad de herramientas e instrumentos que nos permiten realizar una evaluación  más  justa. Hablamos de las listas de cotejo, los portfolios, rúbricas, dianas, diarios de aprendizaje... Además  de la heteroevaluación realizada por el profesor, intentamos  tener   en cuenta otros tipos,  como la autoevalaución donde el alumno tiene la oportunidad de evaluase a sí mismo, la coevaluación que da la oportunidad de evaluarse entre ellos.

En los momentos que estamos viviendo ¿podemos  realizar una evaluación justa para todos y cada uno de nuestros alumnos? ¿Contamos con todos los medios para lograrlo?

Debemos seguir evaluando en la distancia, sin la presencia física y el contacto directo con nuestros alumnos, a través de una pantalla con la dificultad de poder percibir sentimientos, emociones y  sus estados de ánimo. Esto genera en el profesorado una presión y preocupación en condiciones óptimas, y ahora aún más.

Los profesores hoy seguimos con nuestra misión,  prestar  atención a la situación de cada  uno y así poder realizar un registro del proceso  a través de los procedimientos elegidos con DELICADEZA.

Nuestra propuesta es clara, vemos la EVALUACIÓN ahora más que nunca como UNA AYUDA A NUESTROS ALUMNOS, un instrumento que nos permite  acercarnos a ellos, aún estando lejos, que ellos no lo perciban como enemigo si no   como un aliado.  La evaluación como AYUDA es un reto,  ayudar es más sutil y complejo que chequear y calificar. Hacer de la evaluación un proceso que  se centre en ser ayuda, para que el estudiante siga aprendiendo mejor.

Los profesores hoy, EN CONFINAMIENTO, pensamos, sentimos y actuamos para seguir manteniendo la evaluación como un ARTE.


Ana Isabel Matarranz Gimeno
Tutora del 3º ciclo de  Educación Primaria/ Especilaista en audión y lenguaje
Colegio Claret de Segovia

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