LA ESCUELA TIENE SED
Los cambios sociales, políticos,
económicos y sanitarios repercuten de manera directa en la escuela.
Pueden ser cambios a voces o por el
contario han sido y serán cambios silenciosos, de los cuales algunos no seremos conscientes. Es ahora más que nunca, donde debemos de tomar conciencian de ellos.
A lo largo de toda la historia , la escuela ha sufrido procesos de transformación "OLAS" de reformas educativas , cargadas de burocracia, de elementos nuevos dentro de los curriculum, que creíamos que iban a ser la transformación hacia un sistema educativo consciente, pleno y justo. La experiencia nos ha dicho que esto no es así, siempre había vacíos, vacíos que repercuten directamente a los principales protagonistas “LOS ALUMNOS”.
La escuela está al servicio del alumno, la escuela está para dar agua, no para dar sed. La sequía a la que está sometida
la escuela en algunos aspectos, la
impiden crecer, germinar, florecer, impide que los alumnos puedan desarrollar
de manera natural sus capacidades innatas.
La primera reforma educativa y más veterana de
la actual Edad Contemporánea, data del
año 1857, la segunda tardó más de de un
siglo en aparecer 1970, y después de esta, se desencadenó un Tsunami de 7 reformas más, hasta llegar a la vigente en este curso ,
la LOE de 2006.
El
próximo curso 21-22 después de más de un siglo y medio, nos veremos sometidos a
una nueva OLA educativa, (LOMLOE 2020),
reforma que promete establecer novedades
en materia de ordenación de currículos, admisión de alumnos, evaluación de
sistema, conciertos educativos, educación diferenciada y educación especial y
enseñanza en español y todo esto , ¿Calmará la sed? ¿Aprovechará los recursos naturales de su propio ciclo? ¿Ayudará a germinar, crecer, florecer
y dar fruto? o ¿Tendremos que esperar a la siguiente reforma
para averiguarlo? Mientras tanto el agua
está ahí y no sabemos aprovecharlo, lo depuramos lo embotellamos y lo vendemos,
no dejamos que fluya y que nos empape de manera natural.
Las reformas educativas están cargadas de
botellas de agua con el fin de calmar la sed, pero este formato de agua se agota, se consume y no es equitativo
para todos. El fin es el ciclo natural, es ayudar a mantener el equilibrio para
que el propio sistema sea sostenible y que los principales agentes, padres,
profesores y alumnos podamos consumir de manera consciente y responsable todo
el agua que se demande.
Ana
I. Matarranz Gimeno
Equipo
Pedagógico Provincial
Claretianos
de Santiago.
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