La educación
afectivo sexual
Soy Cristina Suárez, soy psicóloga y el pasado 20 de noviembre, tuve la oportunidad de volver al que fuera “mi cole” y que actualmente es el de mis peques, para impartir una charla acerca de cómo abordar la educación afectivo sexual desde el hogar, algo que a la mayor parte de las familias, las conecta con emociones desagradables, debido a que hemos crecido en un modelo educativo sin referentes que nos ofrecieran ideas de cómo afrontar esta temática, de ahí que nos despierte miedo, vergüenza, ansiedad, pudor… si ha sido un tema tabú en nuestra historia de vida, en nuestras familias de origen, es totalmente normal que no nos sintamos “cómodos/as” al abordarlo.
Es
de vital importancia entender que no se trata de tener “LA CONVERSACIÓN”, sino
que es algo que debería de ser transversal en la educación que ofrecemos a
nuestros hijos e hijas desde pequeños.
Tenemos
que entender que hay una gran brecha generacional, nuestras criaturas, escuchan
una palabra que les llama la atención y no conocen, ¿qué hacen? buscan la
información en internet porque desconocen lo que es y, podéis imaginaros lo que
ven.
Incluso
sin buscar, les llega contenido de forma pasiva, por un pop up, o alguien se lo
envía por una videoconsola, redes sociales… Están formándose e informándose a
través del porno en internet, por lo que tenemos la obligación como educadores
y como familia, de ofrecerles una versión sana, adaptada y basada en el
respeto, a la que no llegarán a través de internet, os lo aseguro.
Los
datos son abrumadores:
- 62%
entre 13 y 17 años ha visto porno alguna vez
- 53%
ve porno por primera vez entre los 6 y los 12 años
- 46%
de adolescentes no usa siempre método de protección
- Para
el 67% de adolescentes la fuente principal de educación afectivo sexual es
el grupo de iguales
- 37%
acude a internet buscando información
- 32%
acude a su madre
- 18%
acude a su padre
(fuente
Save the Children)
Pero...
¿qué es entonces la sexualidad y cómo la definimos?
Es
mucho más que el coito o que haber nacido hombre o mujer. Es la forma en que
cada cual expresa, comunica, siente, intima, da y recibe placer con la palabra
y los cinco sentidos de su cuerpo sexuado.
Según la OMS “Un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de
su vida. Abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo,
el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual.”
En
cada etapa del desarrollo de una persona, hay diferentes hitos, pero es común a
todos ellos las dudas de las familias de qué y cómo hablar de este tema.
Algunas de las dudas más comunes son:
-
¿Cuándo
empiezo a hablar de sexualidad con mi hija/o?
-
¿Y
si me pregunta algo que no se responder?
-
Me
da vergüenza, ¿Cuál es la mejor manera?
-
¿Y
si le cuento más de lo que debería?
-
¿Quién
es la persona más adecuada para hablar del tema?
En
la charla, hablamos de pautas generales, (si bien es cierto, que cada familia
tiene que adaptarlas según sus ideales y principios porque es necesario
sentirse cómodo con lo que vamos a transmitir):
·
llamar
a los genitales por su nombre
·
enseñar
a cuidar su cuerpo “tu cuerpo es tuyo y nadie lo puede tocar”
·
si
pregunta: está preparada/o para la respuesta, adaptar la respuesta a su madurez,
a su edad y desarrollo.
·
NUNCA
evadir una pregunta
·
LA
INFORMACIÓN ES PODER: Sino sabemos la respuesta lo consultamos.
·
Indagar
cuánto sabe del tema para no dar información en exceso, ¿dónde lo has oído?
¿qué sabes de esto?
·
Explicar
riesgos
·
Hablar
de reproducción, amor, respeto, salud, descubrimiento de nuestro cuerpo,
relaciones, derechos y consentimiento
·
Abordar
cambios en el cuerpo, de Limites, autoestima, anticoncepción, intimidad
A
modo de conclusión:
-
Es
importante que nuestros hijos e hijas, nos perciban cercanos y entiendan que
pueden venir a hablar y consultar sus dudas, (que puede que no tengamos todas
las respuestas, porque somos humanos y es maravilloso mostrarnos vulnerables
ante su mirada, pero que las buscaremos).
-
Generar
espacios de diálogo en el día a día donde encuentren comodidad para preguntar y
consultar cualquier tema que les inquiete.
-
Que
entiendan que no tienen que hacer con su cuerpo aquello que no les apetezca y
pedir ayuda a persona adulta si esto pasa
-
Damos
ejemplo: somos personas de referencia para nuestros hijos e hijas, educamos
siempre, incluso cuando no hacemos nada.
-
Hablar
de mitos y riesgos de la pornografía.
-
No
mentir.
-
Abordar
con naturalidad y cercanía.
-
Conocer
sus intereses y preocupaciones.
-
Educar
en igualdad.
Fue
una charla dinámica y muy participativa en la que papás y mamás compartieron
dudas, miedos y temores y en la que abordamos desde la visión del respeto, el
consentimiento y la comunicación, la importancia de educar desde un modelo
alejado de tabúes, teniendo siempre en cuenta, el bienestar de nuestros hijos e
hijas por encima de todo.
Cristina Suárez
Madre de alumnos del Corazón de María de Gijón y
psicóloga
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