A TI CONGREGACIÓN QUERIDA
Un año más celebramos la
festividad eclesial de la Virgen del
Carmen. Virgen marinera, Virgen querida en muchos lugares que simboliza el
amor y el cuidado que la Madre pone en todos y cada uno de nosotros,
especialmente en los momentos de mayor zozobra y tormento.
Y celebramos que tal día como
hoy, allá por el año 1849, en
aquella pequeña habitación del seminario diocesano de Vic, el Padre Claret,
rodeado de cinco amigos, y bajo el amparo del María en su Corazón, decidió
emprender “una grande obra”.
Y aquí estamos nosotros, lejos ya
de aquel momento fundacional, pero emocionalmente centrado en aquella pequeña
habitación, como si fuéramos uno más de aquel grupo de pequeños-grandes locos
por llevar el amor de Dios a todos los rincones del mundo, especialmente al
corazón de todas las personas.
La mayoría de los educadores ya
disfrutamos de un periodo merecido de descanso. Conviene cuidarnos y dejarnos
cuidar. Nuestra tarea es tan exigente y activa que es imprescindible hacer un
alto en el camino y dedicarnos a nosotros mismos y los nuestros en la forma que
cada uno estime más conveniente. El nuevo curso nos espera y seguro que volverá
a exigir del nosotros lo mejor, como cada año. Estaremos preparados.
Pues a ti, Congregación querida, felicidades en tu celebración, enhorabuena por tantos años anunciando
la Buena Noticias y siendo buena noticia para todos los que nos acercamos a ti.
Nosotros seguiremos tus caminos, en familia, en el espíritu de Antonio María
Claret, para que las personas de todo el mundo tengan vida, y la disfruten en
el Señor.
Equipo Pedagógico
Equipo de Titularidad
Claretianos de Santiago
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